Entrevistas

 

21-05-2013

Aaron Thomas, australiano castizo


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A propósito de su tercer disco, The Blues and Greens, el músico australiano afincado en Madrid Aaron Thomas ha ofrecido esta entrevista a Sonicwavemagazine.com. Su vuelta ha supuesto una sorpresa incluso para él mismo, que pensó que quizás no volvería a grabar. Una inclinación al country y una banda que le acompaña son sus nuevas señas de identidad.

Tu último disco, The Blues and Greens, parece estar divido en dos partes, una con un estilo muy particular, difícil de clasificar y otra con un estilo más americano ¿en qué te has inspirado?

Soy un tío de canciones y estilos clásicos. Me gustan mucho los artistas como Ray Charles, The Beatles, Etta James, Otis Redding, Roy Orbison, Elvis Presley, Chuck Berry etcétera…..ese tipo de música. Por eso sigo componiendo temas con estructuras tradicionales.

Quiero ser un buen compositor en el sentido tradicional pero también me atrae la música más experimental. Y aunque todavía no la practico, la influencia de artistas como Nico Muhly, St Vincent, DM Stith, Camille o incluso Sigur Ros, me inclina a querer hacer cosas más instrumentales y creativas.

Dicho esto, por ser tan tradicional, intento que mis temas mantengan una estructura y una melodía clara. Pero creo que en el futuro voy a intentar hacer cosas con más espacio donde las emociones se muestren desnudas, crudas.

En este trabajo la música y la letra parecen muy elaboradas, como si fueran igual de importantes ¿es cierto este equilibrio?

Las dos cosas me importan mucho y las tomo muy en serio. Siempre intento hacer justicia a la melodía con la letra y viceversa. El objetivo siempre es crear un buen tema, es importante el trabajo y el esfuerzo que hago porque quiero sentirme satisfecho y orgulloso. En este disco hay momentos en los que la letra no era el elemento más importante, aunque en general sí lo sea.

Por ejemplo, la letra de la canción How We Got Started intentaba transmitir una emoción y una sensación, crear un ambiente, no buscaba contar una historia elaborada. Es una obra en la que importa más la música. En el resto, aparte de la pieza instrumental, la letra tiene más protagonismo.

También parece haber un equilibrio entre temas enérgicos (como Out of your hands) y temas más íntimos y sosegados (Windows) ¿Son dos caras de una misma moneda? ¿Qué te ha inspirado?

La preocupación en este disco era que había canciones muy distintas, hechas con estilos muy variados. Así que la idea era buscar una continuidad y una conexión entre los temas. Creo que lo he conseguido, más por la emoción y forma de escribir que por los estilos utilizados. Hay elementos pop, country, rockabilly, instrumental, prácticamente una mezcla de todo. Pero hay un tono general que está presente en todo el disco y es lo que identifica quién lo ha compuesto.

En este disco hablo mucho de mi vida personal y de cambios que eran necesarios. Por eso hay canciones tristes que tratan de momentos difíciles y canciones más positivas que hablan del cambio que me ha ayudado a salir de la crisis personal. De ahí las dos caras.

Cuentas con importantes colaboradores, ¿qué aportan a tu música?

En este disco colabora Bernard Fanning. Él me enseñó a usar menos la cabeza y dejar la canción más natural, cómo sentirme más generoso con la música y disfrutarla más, también me dio muchos consejos sobre las estructuras. Además, por ser un gran músico, siempre me empuja a hacer mejores canciones. Le debo mucho. Con Brian Hernández, el encargado de sonido, había buen feeling. Él me dio confianza y seguridad para creer en mí mismo como productor, por eso creo que hicimos un buen disco.

Incluso has llegado a componer un tema instrumental, Stung, ¿por qué y cómo surge esta iniciativa?

Cuando estaba haciendo la banda sonora de una película española tuve que componer muchas piezas instrumentales en poco tiempo. Creo que la experiencia me ha convertido en un músico más maduro. Me ha gustado muchísimo. En el momento de hacer mi disco quería introducir cosas que reflejaran ese crecimiento. Stung es una canción de la película y la quería volver a hacer, con más tiempo. Turn to the Devil y How We Got Started también tienen momentos en los que no hay voces y la música es la protagonista. Quiero seguir haciendo cosas así, realmente me encantan. Hay algo que sucede cuando se combina imagen con música que no pasa con esos mismos elementos por separado.

Después de tu último disco pensaste que no volverías a grabar, ¿cuándo te llamó la discográfica para hacer un nuevo trabajo, ya tenías escritos los temas?

Muchos sí. La mayor parte del disco contiene temas que salieron naturalmente, sin esfuerzos. No estaba pensando en componer algo con el objetivo de grabar, hacer una gira o triunfar, así que, los temas surgieron sin presiones, sin afectos negativos, y por eso, son más reales y sinceros. Había momentos en los que estaba componiendo con la verdadera necesidad de expresar cómo me sentía. Estaba pensando en música y no en repercusiones.

Ahora soy claramente de la opinión de que la música debe surgir de un sitio honesto y puro. Es importante. Unos temas salieron del proceso de hacer la banda sonora para Viaje a Surtsey y después un par de cosas cuando ya sabía que iba a grabar. Pero muchas estaban casi listas y solo tenía que darles forma, pensar en sus estructuras.

Creativamente, ¿qué supone pensar que no volverás a grabar?

Lo que acabo de decir. Te hace sentir más humilde y menos arrogante. Cuando escribes buscas la conexión pura entre la música y uno mismo. Es algo que quiero seguir haciendo cuando componga.

Las críticas y la opinión del público ante The Blues and Greens están siendo muy positivas, ¿cómo te sientes ante este nuevo trabajo?

Agradecido. Cuando decidí hacer la producción y los arreglos, estaba, por el paso del tiempo y la floja reacción ante el disco anterior, sin mucha confianza en mí mismo. Pero después de una semana en el estudio pensé que era una oportunidad y, sabiendo que muy pocas veces se presentan buenas oportunidades, no quería arrepentirme de nada. Por eso hice un disco realmente mío. Estoy contento y bastante orgulloso del trabajo, aunque ahora no importa lo que yo diga, el disco está en las manos del público y lo que piensan ellos es lo que vale.

Estoy disfrutando mucho al tocar estas canciones nuevas en directo. Con el formato que tengo, 3 voces, acordeón, banjo, guitarras, batería, estoy haciendo algo que siempre he querido hacer; a veces, en el escenario, pienso que algo mágico está pasando. Veo mucho futuro con esta banda.

Naciste en otro país y has vivido en varios, ¿consideras la música un lenguaje universal?

Claro que sí. Creo que podría estar en cualquier sitio haciendo lo mismo. Estamos muy conectados por las escenas musicales, por el estilo. Con la banda que tengo ahora creo que podríamos ir mañana a Estados Unidos o Francia o cualquier otro sitio. Lo que es más universal que la propia música es lo que hace la música, lo que transmite, que para mí es la emoción.

Para terminar, ¿puedes contarnos tus próximos conciertos y algún proyecto que tengas en mente para el futuro?

Mañana me voy a Australia para ver qué puedo hacer allí con el disco y para dar un par de conciertos. Tengo muchas ganas, estoy un poco harto del frío, jaja. A la vuelta, en Abril, estaremos en Sevilla el 26 y en Algeciras (Cádiz) el 27 y en Mayo vamos al norte a Galicia (Santiago y Vigo) el 23, 24 y 25.

El 27 de Junio voy a dar un concierto en Madrid con una banda más grande. Vamos a tener cuerdas, pianos, muchas voces y palmas, bajo, batería, guitarras, acordeón, banjo y unas sorpresas. Va a ser una noche especial en la Sala El Sol. Quiero dar a la gente lo mejor que puedo ofrecerles. Llevo mucho tiempo tocando en solitario y ahora soy más de banda.

También me gustaría hacer más proyectos con el cine o la televisión como compositor, es algo que me encanta.

Autor: Esther Martín

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